martes, 25 de diciembre de 2007

Tres capitulos y un epilogo

Ahora sí. Por fin!!! Aquí estoy, sentado en mi sofá (Ektorp de 3 plazas. Ikea. 349 €), cubierto con una estupenda y preciosa manta portuguesa, portátil, spirit de limón, el mando a distancia, el móvil y el inhalámbrico. Cigarros y cenicero. Todo al alcance. Me siento el rey del mundo.

Ahora sí. Por fin!!! Aqui estoy y me siento LIBRE!!!! tengo un poco de ansiedad. Se lo estaba comentando a lamari. Supongo que debe ser toda la tensión tragada que aflora ahora a su manera. Suele sucederme a menudo: aguanto el tipo cuando la ocasión lo requiere, pero después me pasa factura.

Planning de trabajo: ir a cenar, hacer una pausa al lado de lamari, -abrazarnos y besarnos. Reirnos un poco. Desayunar en paz y armonía-, ir a la comida de hoy y vuelta al hogar al lado de lamari otra vez.

CAPÍTULO UNO: EL BUEN YANTAR.

Este año, como mi abuelo paterno ha fallecido recientemente, mi padre decidió que iríamos a cenar a casa de su hermano junto con mi abuela. Alguna vez he comentado pinceladas sobre mi abuela paterna, pero es que esta mujer necesitaría 5 posts para ella sola. En resumidas cuentas mi abuela sería así: Yo creo que no quiere a nadie. Es cleptómana. Tiene descolgamiento de vejiga. Eructa y se peé cuando le viene en gana. De tu novia sólo dirá cosas como "deja ya a la muerta de hambre esa, que es fea y gorda y tú te mereces algo mejor". Siempre te pide que le regales cualquier cosa, mientra que ella jamás te regalará nada a no ser que, por su cleptomanía, te haya robado algo previamente que te pueda devolver en forma de obsequio. Tiene un síndrome de diógenes controlado. Va pegada a una máquina de oxígeno que pesa 25 kilos. Llora y patalea como una niña pequeña cuando quiere o no quiere algo. Y suma y sigue, suma y sigue, suma y sigue...;ya dije que tenía para cinco posts.

Con ese panorama iba yo a cenar. Mi tío, su novia, mis padres y el menda. Coño, y la abuela. Tanto hablar de ella y se me iba a olvidar. Cómo es de selectiva la memoria...; santigüeme 3 veces y puse rumbo a Alcorcón. Mi abuela hacía de las suyas antes de partir: "buaaaaaaaaa, yo no me quiero mover, snif, snif, ¿por qué no vienen hasta aquí ellos ? Buaaaaaaaaaaaa, que no me puedo mover, ay, ay, ay, dios mío, qué dolores!!!! " "Joder, abuela, qué pesada te pones -le decía yo-, como no te calles me voy a ir al notario y voy a cambiar el testamento del abuelo pa quedarme con toda la pasta" "unos cojones pa tu culo!!!! -sentencia mi abuela dejando de lado el llanto-". Ale, primer problema resuelto. De camino a casa de mi tío, mi abuela eructaba porque se estaba angustiando. Según ella así se siente mejor. Mi madre ponía-pone unas caras que son indescriptibles. Llegamos.

Tercer show: "aaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyy, que vuestro padre no está, hermosos. AAAAAAAAAAAAAAyyyyyyyyyyyyyyyy, qué pena más grande, hermosos". Venga, abuela, con 2 huevos -pensé- ahora jode a tus hijos. Mi padre lloraba, claro. Puta madre, abuela. Mi tío no lloraba, pero allí que nos recibió con bañador rojo y camiseta de propaganda. No tuve más remedio que reírme en su cara y decírle ¿pero tú te crees que es de recibo cenar así en nochebuena, gitano?

Mi tío, gracias a dios, es un cachondo y un pasota de la vida. Es el rey de reyes relativizando situaciones tensas, pero, por encima de todo, es una gran comedor y encargado de carnicería en un gran centro comercial. Esto se traduce en una cena compuesta por millares de cosas entre las que voy a destacar un tremendísimo jamón de jabugo, una cecina que no se la salta un gitano, un lomo de cágate lorito y UN SAN SOLOMILLACO QUE, PONGO A DIOS POR TESTIGO, SE MA CAÍAN LAS LÁGRIMAS Y SE CORTABA CON UNA CUCHARA!!!!!!!!! Además mi tío me regaló 3 más para que los probara lamari.

Después de la pantagruélica zampa, una alegre sobremesa en la que mi tía I -la hermana de mi padre y mi tío- no salía muy bien parada. Mi abuela, como ya dije antes, si no quiere a nadie, a la que menos quiere es a su hija. Mi tío, el marido de mi tía, se ha teñido el pelo con mechas y le llamaban el pollito para que mi abuela no supiera de quién hablaban, y no echar más leña al fuego. Mi abuela decía ¿pero quién es ese pollito? ¿pero quién es ese pollito? Yo le decía que era un amigo de mi padre y el tío y ella decía ¿y se llama pollito? mi madre intentó medrar y dijo"se apellida pollito (yo, la verdad, es que no sé a qué vino este comentario de mi madre)" Y mi abuela sentenció: "¿Pollito de apellido? ¿y de nombre cómo se llama, Pollazo? Pollazo en la boca es lo que hay que darle a ese gilipollas por dejarse poner ese apellido". Yo debería estar acostumbrado, pero la verdad es que no podía dejar de fliparlo.



CAPÍTULO DOS:AUSENCIAS NOCIVAS:


A la una y media de la mañana, por fín, regresábamos para casa. Lamari me llamó y me dijo lo que me esperaba:
-amor, que me voy a quedar a dormir en casa de mis padres.
- bueno, si esto ya me lo veía venir.
- ¿te enfadas?
- Hombre, pues por supuesto que me enfado.
- Pero ¿por qué?
- Pues porque sí, porque me da la gana.

Lamari tenía razón en que había bebido en la cena y no era cuestión de jugarse la vida para dormir conmigo. Yo convencí a mi padre para que me llevara hasta casa de los suegros y recoger yo a lamari y su coche (mi padre esto, qué conste, lo hace encantado). Bueno, pues lamari me dice que no somos dos niños pequeños como para que tenga que ir el padre de uno de nosotros a buscarnos a ningún sitio.

3 De la mañana y solipeich en kelly después de semejante cena. Por suerte la cuatro emitía La Vida de Bryan y consiguió que esbozara una sonrisa a pesar del monumental cabreo que tenía.

Me he despertado como a las 9:30. Lamari, a las 11:00, ha empezado a bombardearme con miles de sms precosísimo pero insuficientes para apaciguarme. Mi cabreo radicaba en el hecho de que yo le dije "hoy te quedarás a dormir con tus padres, no?" y ella me dijo "no, no, no, yo quiero dormir con mi amorcito". Ahí empieza todo, en que me dice una cosa y luego hace otra. También, aunque esto es problema mío y lamari se enterará cuando lea esto, me cabreé porque no me gusta dormir sólo. No me gusta porque -y esto que quede entre nosotros- me da miedo. sssssssssshhhhhhhhhhhh, a callarse tó er mundo!!!


CAPÍTULO TRES: LA AUTÉNTICA COMIDA DE NAVIDAD.

Hoy tocaba con la familia de mi madre aunque con mi abuela paterna todavía colgando de nosotros. La familia de mi padre es de traca. La familia de mi madre es ....cutre y aflamencada. Después de la misma cantinela de ayer por parte de mi abuela paterna, nos hemos ido a Toledo.

La hermana de mi madre no es una persona que destaque por sus habilidades culinarias. Menú: espárragos con mahonesa, lombarda rehogada y albóndiga con patatas fritas. Gracias tía por enseñarnos el auténtico sentido de la Navidad. Claro que sí, tía, si jesús nació en un pesebre, era pobre!!!! y nosotros, para celebrarlo, nos ponemos pilfas. Pues muy bien, lombardita, esparraguitos y albóndigas (?). Mi tía es la más punky.

De postre, mi tío se ha quitado el alfiler de la corbata, se ha sacado los gramos de cerumen que le ha apetecido, y se ha vuelto a prender el alfiler (?).


He escapado como he podido.


EPÍLOGO:

Por dios, qué astío de día!!!


Lamari y yo ya lo hemos arreglado todo. Aquí está, sentada a mi lado. Cenaremos ligerito. Dormiremos juntos, hoy sí.

P.D. Mi abuela, a modo de despedida, me ha dicho: Este año para reyes no os voy a dar ni cinco. Lo curioso es, que desde que yo tengo uso de razón, no recuerdo que mi abuela nos haya regalado algo alguna vez.

4 comentarios:

Rubén Moreno Castellanos dijo...

Pues sí, me gustan porque cuando era niño y adolescente jamás me las regalaron, así que ahora, aunque tenga 29 castañitas, me hace ilusión llevar unos tigres en los pies con la nariz rosa. ¿pasa algo?

FAUNA dijo...

Ja, Ja, Ja, tremenda navidad, de todos modos que sepas que en todas las casas se cuecen habas, lo que a tí te diferencia de todos los demás es que tú lo cuentas y además con mucha gracia, un beso y feliz navidad, a tí y a la Mari.

P.D. tu abuela me la imagino Almodovar total

Esther dijo...

Joder con la abuela!, digo yo que de donde se han sacado el perfíl de la abuelita de los cuentos porque yo aún estoy por conocer una de esas. Lo mejor el solomillo, tengo los labios escocidos de tanto chupar marisco, que yo soy de carne joder!!!. Aunque llendo a mesa puesta poco puedo quejarme. Un saludo

Rubén Moreno Castellanos dijo...

Fauna: lo contaré de manera graciosa, pero es que no queda otra, sino es para echarse a llorar.

UMA: A buen entendedor, pocas palabras bastan. El día que quiera que lamari me deje, la llevaré a una de estas cenas.

Esther: Yo estoy contigo. Viva la carne. A mí es que el marisco me pone nervioso: pelando diez minuto para llevarte a la boca 1 gramo de carnecita. Qué pereza!!!