viernes, 14 de diciembre de 2007

El hombre de las letras.

De un tiempo indeterminado a esta parte, y presa de mi neurosis, tengo un pensamiento recurrente que me angustia. imagino que la máquina del tiempo, por fín existe, y me voy atrás, atrás, atrás. No sé por qué, pero siempre me sitúo en dos coordenadas espacio-temporales: hace 2000 años en el Jerusalén de Jesucristo y en la España del medievo con Torquemada en pleno apogeo.

Al principio, cuando comienzo a fantasear con esta idea, todo va bien. Yo sabría tantas cosas que sin duda sería considerado una especie de sabio. Sin embargo, rápidamente, mi pensamiento cambia y me entra la angustia. Podría hablarles de muchas cosas: que habrá unas máquinas llamadas coches con las que se podrán hacer 300Km. en 3 horas. Que habrá unos aparatos llamados teléfonos móviles con los podrás hablar con quien quieras, cuando quieras, y desde cualquier parte del mundo. Qué habrá unas moles de metal llamadas aviones y barcos con los que podrás surcar los vientos y los mares respectivamente. Que habrá luz por las noches con sólo darle a un botón. Que habrá calefacción, televisión, radio, plumas, pizzas, pasta, bolis, tabaco, helados, agua potable que sale de un grifo, rascacielos, operaciones de corazón, trenes, fusiles, pistolas, lentillas, internet, blogs, etc, etc, etc...

Podría contarles mil maravillas sobre las posibilidades del mundo, peeeeeeeeeeeeeeeeeerooooooooooooo, a la hora de la verdad, no podría explicarles nada, no podría demostrarles nada. Supongo que me tomarían por un tarado y me quemarían o ahorcarían, pero como es mi fantasía, nada de esto ocurre, sino que harían el esfuerzo de intentar entenderme.

Yo, que soy un hombre de letras (aunque la física se me daba bastante bien y las matemáticas no se me resisitían), les podría hablar de filosofía y/o de psicología, aunque no creo yo que un psicólogo hiciera falta en aquellos tiempos. He pensado también, que podría hacer míos grandes clásicos de la literatura, ambientándolos en la época: el quijote, el Kenji monogatari, la divina comedia,...; le podría dar un giro más casual al nuevo testamento, hacerlo más rápido, más fluido. Sí, suponiendo que mi memoria diera para tanto, y no llegando ni por asomo al nivel de Cervantes y Dante, creo que podría defenderme y publicar algún libro. Sería un hombre reconocido y respetado, pero seguría inmerso en un mundo de oscuridad y retraso en el que nada podría hacer.

Quizás, si un ingeniero viajara al pasado, arrojaría más luz a la humanidad, podría hacerla avanzar, pero yo ¿qué podría hacer? Si cayera un rayo un día de tormenta diría: "coño!!! eso es electricidad (bueno, supongo que podría poner una barra de metal clavada en el suelo de un bosque cercano e inventar el pararayos), si pudiéramos atraparla, podríamos tener luz". pero a la hora de la verdad, tampoco sabría hacer una bombilla. Si alguien me dijera: "me duele la cabeza", le contestaría que se tomara una aspirina. "¿una qué?" -diría aquel- y yo debería contestarle que nada, porque ni idea de dónde se saca el paracetamol. Por supuestísimo que no tendría ni repajolera de hacer un coche, un avión, un barco (sabría hacer una balsa con troncos, pero con certeza que sería mucho peor que las existentes). De los troncos, diría yo, se puede sacar papel, pero que no me preguntaran cómo, porque no sabría hacerlo. Ni siquiera sabría aportarle una mínima idea a los arquitectos de la época. No sabría ni cómo hacer un simple tornillo o un mísero paraguas. No sabría hacer un pantalón vaquero, ni una camiseta de algodón o unas zapatillas con cámara de aire.

Igual, llegado el momento, la necesidad agudiza el ingenio y me sorprendiera a mí mismo, pero actualmente, cuando pienso en esta posibilidad, me entra la angustia porque vivo en un mundo cuyos principios físicos más elementales, soy incapaz de entender.

Ahora voy a tomerme un café y fumarme un cigarro, dos placeres básicos de los que no dispondría allá, y sería incapaz de hacer. Qué paranoia.

3 comentarios:

Rubén Moreno Castellanos dijo...

Contestación al anónimo que ha escrito en el antepenúltimo blog.

la tarta de zanahoria del delic es realmente buena. Si comes mucha acabarás por empalagarte. El Delic es realmente infernal. Te recomiendo que vayas entre semana por la noche y en teporada baja, si no es un sinvivir. En casa Lucas nunca he estado. ¿qué tal está?.

En otro orden de cosas, gracias por los piropos.

por cierto, ¿sabías que el Delic hace 800 mojitos de media al fin de semana?. Multiplica 800 por el precio que tengan ahora y flipalo.

Rubén Moreno Castellanos dijo...

Bueno, pero tendría burros y corderos. Un casoplón del carajo y audiencia con los más influyentes. Haría obras de teatro para el rey, qué sé yo, les llevaría entre 500 y 2000 años de ventaja; en algo habría de favorecerme, digo yo.

Rubén Moreno Castellanos dijo...

Sí, Uma, buena mentalidad empresarial, pero es que en mi delirio yo me piro hasta el medievo. Como no me asociara con los toledanos y sus espadas, no sé yo qué iba a hacer...