jueves, 20 de diciembre de 2007

Comprando

Como hombre precavido vale por dos, y hombre que ha trabajado en comercio durante 6 años vale por doce, esta mañana a las 9:00 ya estaba en pie dispuesto a recorrerme los comercios de la calle Fuencarral a primerísima hora. Objetivo: ir visualizando y/o comprando, posibles regalos.

Observaciones realizadas:

- Los comercios modernos no abren pronto. A las 11:00 de la mañana todavía había establecimientos cerrados.

- Como decía Miss b en su blog glamourama http://glamourama.blogs.terra.es/ , todo está invadido de lentejuelas. Yo esto no lo entiendo. Las lentejuelas para el circo o el patinaje sobre hielo!!!

- Los diseñadores están apollardaos y no saben hacer nada nuevo. Todo son variantes y variantes y más variantes sobre un mismo concepto aburrido e insulso, pero es que, además, no saben darle ningún brillo.

- Por lo aducido en el punto anterior, ir de tiendas es como buscar un billete de avión, es decir, que vista una, vistas todas. Con los billetes de avión en la red es lo mismo, tú ves una tarifa barata -generalmente la primera-, y ya puedes estar 37 horas al teclado intentando buscar algo más barato, que no lo encontrarás.

- Sigo teniendo tirón entre los gayers y éstos no se dan por vencidos nunca. Si estoy mirando ropa de chica y les digo que es para mi novia...¿qué extraña razón impulsa a los gayers a seguir con su insidiosa y lasciva mirada?¿por qué esa estupidez de que todos somos un poco bisex o gayer?¿por qué están tan convencidos de que si los hetero probamos jamás volveremos?¿por qué los heteros hemos de probar y ellos no?

- Las tiendas pequeñas siguen empeñadas en no devolver el dinero, que es lo mismo que estar empeñado en perder clientes. Mucho me tiene que convencer algo para comprarlo sin que exista la posibilidad de que me devuelvan el dinero, y como todo es lentejuelas y variantes de un concepto insulso y aburrido, veo difícil que algo me llegue a convencer al 100%.

- Todo es lícito con tal de vender. He encontrado una tiendecilla que devolvía el dinero, pero sólo en 15 días, con lo que a mí, que soy tradicional (de reyes), no me valía. El dependiente -gayer moderno con voz y maneras de gayer moderno- ha utilizado la vieja táctica de "no me quedan más tallas". Después me ha dicho "regálaselo por Papá Noel"; yo le he dicho que era tradicional, de reyes, y me ha contestado "pero rey moro, hay que modernizarse". Mira que yo, que sé lo que es trabajar de cara al público, siempre trato a los dependientes con respeto, pero en esta ocasión he optado por marcharme a la francesa en su puta cara (lástima que no vaya a leer esto).

Observaciones realizadas al margen de las compras:

- Hoy llueve en Madrid. Los españoles, definitivamente, no saben caminar con paraguas. Hoy me he dado cuenta de una cosa que no entiendo muy bien: ¿por qué aunque la gente lleve paraguas siempre busca la pared o los techados para protegerse del agua y no cierran lo que en sus manos se convierte en un arma blanca?

- Mi padre sigue oyendo campanas sin saber dónde. Ha llegado a su casa (en la que me encuentro ahora mismo con las piernas estiradas sobre un banqueta y el portátil encima de éstas) y ha dicho refiriéndose a mí: "Coño, si está aquí el rey Midas"(?).
Papá, ya sé que no tienes ni flowers de quién es el rey Midas. Quizás hubiera sido más adecuado que hubieras dicho el marajá de kapurtala, aunque teniendo en cuenta que dices Jaimen y champún en lugar de Jaime y champú, lo de kapurtala como que no, no?. En cualquier caso que Dios te oiga, que me he comprado hoy el primer y único décimo de lotería que voy a comprar. A ver si hay suerte y lo convierto en oro.

3 comentarios:

Rubén Moreno Castellanos dijo...

Será que tengo anorexia contrario-ajena, es decir, que te veo más delgada de lo que estás. no te preocupes, siempre quedan las XXL. Además, listeras, estaba mirando cosas para my sister. Además, listeras, qué te voy a comprar a tí, que eres un desastre? un yunke pa que no lo rompas. Que el año pasado te regalé esos preciosos guantes de diesel y en cuanto viste una moneda de 5 céntimos te tiraste de cabeza calle abajo frenando con las palmas de las manos enfundadas en mi regalo.

Esther dijo...

Que no lamari, hay que tomárselo como el mejor de los piropos, eso es que te ve divina. Yo soy de una 40-42 de toda la vida y mi novio me regaló unas bragas XXS, el día que las estrené (que no se diga)estuve media mañana sin ellas porque a la hora ya me habían salido llagas.
Como lo del cliente siempre tiene la razón se quedó en el olvido suelo seleccionar los sitios en los que compro o consumo por la corrección de los que atienden, y ya me puede gustar muy mucho algo de Massimo Dutti que antes me corto una mano que comprarlo en cualquiera de los dos de mi ciudad.
Lo de los guantes me ha arrancado una sonrisa, a estas horas todo un triunfo. Un saludo

Ely dijo...

pero que suerte tiene lamari... Unos guantes me parecen un regalo exquisito y lleno de buen gusto.
Te debía la visita, me quedo con el link.