viernes, 30 de abril de 2010

El contrato del año: Opel Astra ranchera; Aunque le pise...es que no...

El tipo que se ha llevado el contrato del año me está volviendo tarumba. O se tira 4 días sin postear, o hace 4 posts del tirón. Se le deben haber contagiado las prestaciones del citroen ds3, y le pisa al acelerador sin miramientos. Yo debo estar bajo el influjo de mi rancherita, y aunque le pise... es que no...

En mi defensa habré de decir que a mí nadie me paga 3.000 eurazos al mes por postear, sino que hago esto por amor al arte, con lo que tampoco es plan de dejarse la vida y dejar de lado mis obligaciones laborales. Es decir, lejos de dejarme la vida, tengo que ir recogiéndola como puedo antes de que se me caiga; casi casi como las piezas de mi meloncete. Y según están las cosas hoy en día, bastante tengo con sacar adelante mi negocio, que debe ser diesel como meloncete, pues por más que le piso...es que no...

El de citroen y los "deesetreros"comentan que en los semáforos la gente les mira el coche. Que en las gasolineras, les preguntan por el coche. Hay uno que comenta que un motero, en un semáforo, le pidió que le enseñara el cuadro de mandos. (?). Yo, de natural narcisista, también tengo la impresión de que la gente me mira en los semáforos. No creo que sea por meloncete, sino por mi gracil armonía facial, mis torneados brazos, y mis felinos ojos. Lo más que me han preguntado en un semáforo es la dirección de una calle, pero a partir de hoy les preguntaré si quieren ver el salpicadero vintage de mi meloncete. En las gasolineras, lo máximo que me preguntan es ¿Cuánto le echo?, pero yo sé que en el fondo, lo que quieren es mirar el interior y admirar a lamari. Al coche le echas 50, y a la de dentro ya le echo yo lo que le tenga que echar, y tú imagina si quieres y rabia como hombre -no digo yo-.

Posteaba el pollo sobre la customización a la carta del ds3, pero a mí me pareció mucho más romántico vivir en Madrid, y customizar mi opel a través de los diferentes "ismos" que subyacen en este crisol de culturas que es la capital de España, a saber:

- Vandal-ismo: fruto de este movimiento tengo dos rayones a ambos lados del coche, que son casi simétricos, y que le aportan, autenticidad y agresividad.

- Excrement-ismo: Las palomas madrileñas dan rienda suelta a su imaginación. Hay mucha gente que las llama las ratas del aire, pero yo prefiero verlas como las grafiteras del aire. Con nocturnidad, premeditación y alevosía, deben juntarse por la noche y comienzan a grafitearme el capó. Esto le aporta un punto de color y transgresión al coche, que le da un toque urbano con matices de collage, único en su gama.

- Suc-ismo: En Madrid no es difícil dejar el coche aparcado cerca de una obra. Al día siguiente, lo más normal es encontrarte el coche lleno de un barrillo marrón, que le aporta frescura al restarle la seriedad monocromática de su azul neodiplomático (este es un color que me he inventado, como son inventados todos los colores de los coches: rojo gladiator blood and sand, azul soy la reina de los mares, amarillo limón mira qué color mira qué color, verde mantis religiosa que te como tras el acto aunque me he corrido varias veces, negro te lo digo de buen rollo que no soy racista, blanco anuncio cutre de ariel que no te lo cambio por dos del mercadona, gris travolta y olivia veré esa película cada vez que la echen en la tele aunque me la sepa de memoria, etc). Este barrillo, los señores obreros tienen a bien, fruto, probablemente, de su buen gusto y buenas intenciones, aplicarlo en una suerte de "degradé" que recuerda al puntillismo de Seurat. Es agradable llegar a tu coche y ver que ostenta dos colores perfectamente combinados, sin necesidad de encargárselo al "tunner" de turno.

- Civ-ismo: Al hilo del movimiento anterior, si dejas el coche dos días al lado de una obra, después del suc-ismo, vienen unos artistas callejeros muy cívicos, que te customizan el coche con mensajes a lo David Delfín. Estos mensajes están muy valorados, pues son hechos a mano alzada y destilan originalidad por los 4 costados: lávalo guarro, eres más guarro que la charito, eres un puto cerdo, y mi preferido, porque sigue la máxima de Le Bauhaus de menos es más, LIMPIA EL COCHE.


Así que tener un opel astra ranchera de melonero, te da la posibilidad de customizar el coche casi al completo si gastarte un duro.

Recapitulemos la configuración:

- 2 rayones laterales que aportan agresividad.
- Collage palomero en el capó que aporta color y un punto de transgresión.
- Barro en "degradé", que le da el toque de frescura.
- Customizaciones personalizadas, que le imprimen autenticidad y exclusividad.
- Y por último está el "yom-ismo": este movimiento nace del hecho de montarte en el coche cuando está con todas estas customizaciones hechas, y le das al agua y al limpia parabrisas. Entonces se dibuja en las lunas delanteras y traseras, dos semicírculos perfectos, que le devuelven el aplomo y la seriedad de la perfección geométrica.
- Lamari viene de serie en el que tengo yo, que es special limited edition, pero salvo esto, el resto de customizaciones está a vuestro alcance. Lo mejor de todo es que son gratis, y es que...Madrid...es una gran ciudad, volcada con la expresión artística, y carcterizada por la solidaridad entre los madrileños.

Ánimo con vuestras personalizaciones cocheras. Hay que saber ver lo bueno de no tener garaje, y la maravilla del street art.

Larga vida al tunning callejero.

lunes, 19 de abril de 2010

El contrato del año: Opel Astra ranchera; MI PRIMERA VEZ

Mi primera vez fue a los 15 años. Ni siquiera tenía carnet de conducir. Fue más fácil que aprobar el práctico (y eso que lo aprobé a la primera), estaba menos nervioso, y fue muuuuucho menos gratificante. Sin embargo, creo que me estoy desviando del tema.

El blogger de citroen, postea casi tan rápido como debe ir el ds3. Como tenga que postear yo a la velocidad máxima a la que puede ir mi melonera, voy de cráneo contra un muro. No obstante voy a intentar sacarle el mayor rendimiento a mis pistones digitales y mis bujías cerebrales.

Recuerdo la primera vez que me topé con mi Opel Astra Ranchera (como esto es muy largo de escribir, de ahora en adelante vamos a llamarlo Meloncete). Repetimos: Recuerdo la primera vez que me topé con Meloncete. No hacía mucho tiempo que salía con Lamari y quedamos en La Latina. Tampoco tenía yo mucha experiencia en la conducción, pues me saqué el carnet toda vez que acabé la licenciatura. A Lamari no le gustaba conducir -de hecho sigue sin gustarle- y me pidió que si podía aparcarle bien el coche, que lo había dejado subido a la acera. Como macho ibérico que soy, le dije que sin problemas, pero tragaba saliva presa del pánico.

Me encaminé hacia la calle en cuestión en compañía de lamari y mi amigo C. Delante de mí apareció Meloncete. Meloncete se me antojó un gigante de proporciones despiadadas, máxime cuando estaba "aparcado" en una calle de proporciones encanijadas. Meloncete no me despertó ningún amor a primera vista, es más, me pareció uno de los coches más feos que había visto en mi vida, y es que nunca me han gustado las rancheras. Que no se me enoje la malograda Rocío Durcal que la cosa no va por ahí, sino por ese tosco modelo genérico de automóvil, que parece el engendro de un contenedor con una rueda.

Por aquella época había yo heredado un Ford Escort del 94. No tenía ni elevalunas eléctrico, ni cierre centralizado, ni aire acondicionado, y la dirección estaba asistida por mis hercúleos brazos. Si el coche estaba parado, no había quien moviera el volante. Recuerdo un día de agosto, intentando aparcar en una calle estrecha, en el que debí perder 4 kilos en 5 minutos. Era lo único positivo de aquel coche. Bueno, y el consumo, que yo no sé, como hacen los expertos, medirlo en litros a los 100, sino en "duritos a los kilómetros", es decir, el Ford consumía 55 € cada 900 kilómetros. Es lo que me gastó de aquí a Bilbao y vuelta, que todo sea dicho de paso, iba con la L, y fiel cumplidor de las normas, no pasé de 80Km/h. Tenía que meter cuarta, e incluso tercera, cuando la Autovía se ponía cuesta arriba. Qué despropósito!!!

Que me voy otra vez. Meloncete. Meloncete debió ver en mi cara una mueca de horror la primera vez que lo vi, con su rueda derecha trasera (con tapacubos, nada de llantas de no sé cuántas pulgadas. ¿Qué es eso?¿Cuánto es una pulgada?¿por qué la gente dice tengo llantas de aleación de 17 pulgadas?¿De qué es la aleación?¿cuánto son 17 pulgadas? y lo más importante ¿eso cómo infliye en la conducción? ¿o es sólo por estética? Si alguien me resuelve estas cuestiones, se lo agradecería) subida a la acera. Él, con sus faros grandes y cuadrados, pareció mirarme como diciendo ¿Tú me vas a conducir a partir de ahora? Pues me da a mí, amigo mío, que nos vamos a salir de Málaga para meternos en malagón. Puso una mueca de resiganción en su capó. Yo miré a C., torcí la boca y entendió. "Yo lo coloco si no os importa" -dijo seguro de sí-. Meloncete pareció flexibilizar la expresión de su capó. C. se introdujo en el coche, alivió la presión que Meloncete sentía en la rueda mencionada, giró y regiró el volante en dos golpes maestros, y Meloncete suspiró y guiñó un faro a C.

C. salió del coche y me comentó que Meloncete era noble. Que se comportaba bien y, que a pesar de su monstruosa estética, era fácil manejarlo. Yo miré a Meloncete, pero él parecía silbar y mirar hacia otro lado ignorándome. Definitivamente, aquello no fue un amor a primera vista.

Deambulamos por La Latina. Sábado noche y la fiebre era toda mía de pensar que en unas horas iba tener que llevar a Meloncete a casa de Lamari. Era incapaz de relajarme. No Gin Tonics porque soy abstemio, pero si no lo hubiera sido, no creo que la bebida de la reina madre hubiera sido algo que contribuyera a fortalecer la relación entre Meloncete y servidor.

Y llegó el momento de la partida. Y allí estaba yo, con una llave con botones para abrir y cerrar en la distancia. Meloncete arqueó la parte superior de los faros y frunció el capó, mostrando ora temor, ora sorpresa.

Abrí la puerta. Me senté. Recordé aquel acrónimo que mi profesor de autoescuela me enseñó: CAFE: Cinturón, Asiento, Freno de mano, y Espejos. Coloqué todo lo que hay que colocar. Jugueteé con los elevalunas eléctricos como dilatando el momento. Le pregunté a Lamari por el cuadro de mandos. ¿He dicho pregunté? quise decir grité histérico que donde estaban las luces ¿Y las luces!!!!!? Ay, dios mío, qué desastre, esto no tiene luces!!! Lamari me miraba contrariada y suavemente me indicó una ruedecita a la izquierda del volante "Aquí, aquí están las luces". Suspiré, puse cara de idiota, sonreí forzadamente, y balbuceé: Es que en el Ford estaban donde los intermitentes.

Le dí al contacto...y aquello fue el inicio de un amor entre Meloncete y yo, construido a base de viajes, mudanzas, trasiegos por Madrid, y sobre todo, MUCHAS VISITAS A Ikea...

Aquella fue mi primera vez.

miércoles, 14 de abril de 2010

El contrato del año: Opel Astra ranchera

Hace un tiempo me enviaron un mail que rezaba: El contrato del año.

La historia era que citroen, la marca de coches francesa, iba a seleccionar un blogger para dar a conocer su nuevo citroen ds3. El afortunado elegido tendría que conducir durante un año el coche en cuestión, postear sobre sus impresiones, y por ello ganaría la nada desdeñable suma de 3.000€ al mes, más todos los gastos pagados.

Me hicieron los ojos chirivitas y envié el CV de inmediato. Tanta fue la prisa, tal era el agobio que tenía en esos momentos por trabajos varios, que no incluí que era blogger, ni que conduzco a diario, ni nada que se le asemeje. La única contestación que recibí al cabo del tiempo fue un escueto "gracias, pero no ha sido seleccionado". ¿Ya está? ¿ni una puñetera ronda he pasado?¿tan malo es mi CV? Hombre, entre 20.000 personas, no pasar ni una ronda, me sentó hasta mal.

Luego positivicé. Pensé que quizás no era ese tipo preparado que me considero, y que sin duda, aquel que consiguiera "el contrato del año" debía ser un hombre muy preparado, con una escritura fina, mordaz, inteligente. Un hombre que enganchara a la audiencia. Que representara a la perfección los valores del citroen ds3: ágil, rápido, transgresor, con una elegancia agresiva o una agresividad elegante; decididlo vosotros. Al menos a mí, el citroen en cuestión, es lo que me sugiere.

Durante un tiempo estuve buscando el blog de marras, pero nunca lo encontraba. Por un momento pensé que eso del contrato del año había sido una estrategia de marketing por parte de citroen que serviría para darse a conocer, pero que no existía tal contrato. Finalmente, ayer encontré el blog de la discordia y lo leí ávido de encontrarme historias apasionantes. El ds3 puede despertar muchas emociones, pero sin duda, una de ellas, ha de ser la pasión. El coche no se presta a otra cosa que no sea esto.

Sinceramente: el blog me deja totalmente indiferente. No hablo desde la rabia ni desde la envidia. Creía firmemente que el elegido y citroen, debían darle al ds3 el valor que sin duda merece, pero el blog no pasa de "correcto". Así, a secas. Correcto. Sin más ni más. Me dejó frío y, porqué no decirlo, perplejo. Quizás todo esto se deba a mi maniqueísmo en la clasificación de las personas, a las que catalogo en graciosas y no graciosas. Si alguien es gracioso lo acepto, y si no lo es...no es que lo deteste, pero debe ser alguien muy lúcido para que consiga embaucarme.

Jorge calvo, el elegido por citroen, probablemente sea lúcido (de hecho tiene un puesto de trabajo, y no me refiero al de ser blogger de citroen, sino a su verdadero puesto, que así lo demanda). Escribe con corrección y sabe lo que se trae entre manos, pues habla de los coches con una soltura, fluidez y profesionalidad, digna del mejor redactor de una revista especializada, pero yo no sé si serán restricciones de la marca o qué, pero tiene una constricción palpable a la hora de escribir. Espero que se deba al efecto de los primeros posts, y que tarde o temprano de rienda suelta al talento que sin duda ha de tener. Me gustan los coches, pero nunca me han gustado las revistas de motor donde utilizan un lenguaje demasiado endogámico, que solo los puristas pueden entender, motivo por el cual -no me gusta ser purista en nada- nunca me han enganchado estas revistas. Y el ds3 no puede ser descrito desde el purismo...pero esta es mi opinión. Sólo espero que el bueno de Jorge sepa darle un giro rápido a su blog, y nos enganche antes o después, pues no tengo duda de que le sobran cualidades para hacerlo.


Hace tiempo que no escribo en rubycundo. Me llamaron para dar clases en la universidad de un día para otro, y lo de prepararte las clases a diario ha sido una especie de agradable calvario. Agradable porque ser docente es algo precioso. Calvario porque no he tenido ni un segundo libre entre la preparación de las clases y la adaptación al plan Bolonia, con una formación on line intensiva y difícil de llevar a cabo. Por otro lado he estado inmerso en la apertura de mi nuevo negocio, y lidiar con cinco socios debe ser algo parecido al infierno (sólo espero no contrastarlo cuando abandone este mundo). Así que ruego a todos aquellos fieles seguidores de rubycundo, que sepan disculpar este lapsus.

Como es habitual, mi cabeza no ha parado de generar ideas para el blog: mis experiencias en la universidad y en la apertura de mi nuevo negocio dan para mucho, pero hete aquí que he descubierto el blog de citroen y se me ha ocurrido, así porque sí, crear un contrablog en el que contar las experiencias a bordo del coche que mi suegro me regaló: Un opel astra ranchera de 12 años.

Es una idea que me ha parecido graciosa. Simplemente. Si lo preferís, es contar la vida desde otro mundo, un coche antiguo y lleno de achaques, pero que cuando vas al mercadona y ves su inmenso maletero, no puedes dejar de darle besos.

En fin, desde aquí inauguro oficialmente el contrablog "el contrato del año: opel astra ranchera".

Bienvenidos al maravilloso mundo de un coche de melonero...